lunes, 26 de octubre de 2015

Aplicación de membranas de líquidos iónicos soportados como membranas de intercambio de protones para el tratamiento de aguas residuales


Membranas de líquidos iónicos soportados (SILM)

Las membranas de líquido soportado son aquellas con soportes porosos, los cuales están impregnados con un solvente. Se han mostrado diversas aplicaciones con dichas membranas. La técnica de SLM  es una combinación de 3 procesos simultáneos:

    1. Extracción de moléculas de la fase de alimentación a la membrana.
    2. Difusión a través de la membrana.
    3. Re-extracción de la membrana hasta la fase receptora.

Los campos de aplicación de las SILM engloban: separación de compuestos orgánicos, separación de mezclas de gases, separación de iones, aplicaciones analíticas, aplicaciones electroquímicas, etc.

El principal inconveniente de estas membranas es su baja estabilidad. Para explicar este fenómeno se han propuestos diversos mecanismos como son: pérdida de fase orgánica de la membrana, así como su evaporación o disolución en las fases adyacentes, diferencias de presiones, etc [1].

A diferencia de los solventes utilizados en las SLMs, los líquidos iónicos poseen unas propiedades únicas interesantes en este contexto:

    - Son sales orgánicas que permanecen líquidas a temperatura ambiente.
    - Presiones de vapor cercanas a cero, es decir, apenas evaporan.
    - Buena estabilidad química y térmica.
    - Son medioambientalmente benignos en comparación con los disolventes orgánicos volátiles.

Además, las propiedades de los líquidos iónicos, tales como hidrofobicidad, viscosidad, solubilidad, pueden variar alterando los grupos en el catión o el anión para hacerlos más adecuados en diversos campos.

Las configuraciones adecuadas de la membrana a efectos prácticos, son aquellas con grandes áreas específicas, como espirales enrolladas o fibras huecas. En las fibras huecas el líquido iónico está confinado por capilaridad dentro de los poros y las otras disoluciones fluyen por cada lado de la fibra. Como consecuencia, la membrana solida sirve tanto como soporte para el líquido iónico como una barrera entre las soluciones acuosas [1].


SILMs en células de combustible microbianas

En una pila de combustible microbiana, microbios oxidan materia orgánica y transfieren electrones hacia un electrodo generando una corriente eléctrica. Lo que es novedoso es que esta corriente eléctrica puede ser producida a partir de sustratos complejos como puede ser las aguas residuales domésticas o industriales.

Los microbios localizados en la cámara del ánodo oxidan el sustrato añadido y generan electrones y protones en el proceso y también se produce dióxido de carbono. Los electrones son absorbidos por el ánodo y son transportados hacia el cátodo a través de un circuito externo. Después de cruzar la membrana o el puente salino, los protones entran en la cámara del cátodo, donde se combinan con oxígeno para formar agua [2].

Por ejemplo, tomando como referencia acetato como sustrato, las reacciones típicas que sucederían en la pila de combustible serían:

Reacción en el ánodo:      CH3COO- +  2H2O + microbes  2CO2 + 7H+ + 8e-
Reacción en el cátodo:                            O2 + 4e- + 4H+    2H2O

Esta biotecnología podría representar una alternativa para enfrentar dos grandes problemas del mundo, la crisis energética y la disponibilidad de agua. Utilizando agua orgánica se podría producir energía a la vez que se purifica una corriente de agua residual. Sin embargo, para que esta alternativa sea factible, se están investigando nuevos materiales para la membrana de intercambio de protones y los electrones.

La membrana de intercambio de protones, es un componente crítico que determina la eficiencia de la pila de combustible. Las membranas con líquidos iónicos soportados son una opción en la búsqueda de la mejora de las pilas de combustible microbiana, debido a sus buenas propiedades como la alta conductividad iónica, su alta estabilidad y su solubilidad. Podrían representar una alternativa más barata que las actuales membranas comerciales como son, por ejemplo, Ultrex® y Nafion®.

En estudios realizados con líquidos iónicos, se ha conseguido una potencia máxima, una eliminación de COD (Demanda Química de Oxígeno) y una eficiencia culombiana muy similares a la de las membranas comerciales, por lo que parece una alternativa prometedora y barata para el desarrollo de las pilas de combustible microbianas, y por consiguiente, en la obtención de energía mediante la depuración de agua [3].


Bibliografía

[1] L.J. Lozano, C. Godínez, A.P. de los Ríos, F.J. Hernández-Fernández, S. Sánchez-Segado, F.J. Alguacil. “Recent advances in supported ionic liquid membrane technology”. Journal of Membrane Science 376 (2011), 1-14.

[2] Zhuwei Du, Haoran Li, Tingyue Gu. “A state of the art review on microbial fuel cells: A promising technology for wastewater treatment and bioenergy”. Biotechnology Advances 25 (2007), 464-482.

[3] F.J. Hernández-Fernández, A. Pérez de los Ríos, F. Mateo Ramírez, C. Godínez, L.J. Lozano-Blanco, J.L. Moreno, F. Tomás-Alonso. “New application of supported ionic liquids membranes as proton exchange membranes in microbial fuel cell for waste water treatment”. Chemical Engineering Journal 279 (2015), 115-119.

martes, 11 de noviembre de 2014

UTILIZACIÓN DE LÍQUIDOS IÓNICOS EN LA SEPARACIÓN AZEOTRÓPICA DEL SISTEMA ETANOL-AGUA

Debido a su importancia industrial y la disponibilidad de los componentes, el sistema (etanol + agua) es uno de los más estudiados. La separación de esta mezcla es requerida con frecuencia en la industria.  A presión atmosférica, el sistema presenta un azeótropo homogéneo de temperatura de ebullición mínima a 78,2°C, siendo la composición de la mezcla 95.63 % etanol.

El etanol tiene múltiples usos, entre ellos se encuentra:
  • Como combustible y aditivo de la gasolina
  • Como disolvente en la fabricación de barnices, lacas, tintas, pinturas, y productos de limpieza
  • En la preparación de esencias y perfumes en la industria cosmética
  • Como aromatizantes y espesantes en la industria alimentaria
  • Como disolvente de extracción y el portador en la medicina y la industria farmacéutica
  • Como un potente desinfectante
  • En todas las bebidas alcohólicas

Algunos de estos usos, por ejemplo  como aditivo para la gasolina, requieren concentraciones de alcohol mayores, por lo tanto el azeótropo debe romperse para lograrlo.

Separación de azeótropos: Destilación extractiva

La separación de azeótropos ha sido uno de los mayores retos en la industria de procesos. Entre los métodos conocidos encontramos: destilación azeotrópica, destilación extractiva, destilación por cambio de presión, extracción líquido-líquido, la adsorción y las membranas; siendo la destilación extractiva el proceso más común para la eliminación de uno de los componentes de la mezcla azeotrópica en o cerca de su punto azeotrópico. Consiste en la adición de un nuevo compuesto químico pesado (de arrastre) que interactúa con los componentes mediante la alteración de sus volatilidades relativas.

Disolventes orgánicos, sales inorgánicas o incluso polímeros hiperramificados son los agentes de arrastre más comúnmente utilizados. Entre ellos, las sales inorgánicas se han implementado con éxito, ya que, debido a su polaridad, se pueden disolver fácilmente en la mezcla, creando un efecto notable de sal.
Las sales inorgánicas más comúnmente utilizados son cloruro de calcio y acetato de potasio. Sin embargo, el uso de ellas en el proceso de destilación puede erosionar los platos, precipitar y se acumulan en la torre debido a la causticidad y solubilidad limitada.


Líquidos iónicos como agentes de separación

El uso de líquidos iónicos como agentes de separación integra las ventajas de un disolvente líquido (operación fácil) y una sal sólida (alta capacidad de separación). Además, constituyen una alternativa interesante ya que:
  1. Dan lugar a una mínima contaminación del destilado, ya que tienen un punto de ebullición elevado y son térmicamente estables
  2. Ofrecen altas selectividades y capacidades debido a la amplia variedad existente y a la posibilidad de modificar sus propiedades variando sus constituyentes
  3. Permiten trabajar con relaciones de reflujo más bajas optimizando energéticamente la destilación extractiva
  4. Al ser no volátiles pueden regenerarse mediante extracción, evaporación, secado o cristalización.

Por otra parte, las propiedades físicas y de corrosión de los líquidos iónicos son generalmente más adecuadas para procesos de separación que los de las sales inorgánicas fundidas.

Consideraciones para la elección del LI

Son numerosos los LI que se han utilizado para romper este azeótropo. Entre los factores considerados se encuentran:

Efecto del anión:
Es sabido que el anión tiene un papel más importante en la interacción con el disolvente que el catión.
En el punto azeotrópico, los aniones LI más prometedores son [Cl]- y [OAc]-. Los líquidos iónicos a base de fosfato de dialquilo también funcionan muy bien a bajas concentraciones de etanol. Hay que tener en cuenta que estos aniones también están presentes en las sales inorgánicas más efectivas utilizadas para este sistema.

Efecto del catión:
Cuanto mayor es la longitud de la cadena del catión, el agente de arrastre es menos eficaz, ya que la volatilidad relativa disminuye.
Cationes pequeños poseen interacciones (LI + agua) más fuertes que las grandes, forzando al etanol en la fase de vapor, aumentando así la volatilidad relativa. Este efecto es insignificante a bajas concentraciones de LI.
Entre los cationes que se han utilizado con mayor frecuencia encontramos el [EMIM]+ y [BMIM]+.

Concentración de líquido iónico:
Se deben evaluar las interacciones (LI-agua) y (LI-etanol) para determinar la concentración necesaria, ya que el comportamiento difiere según el LI que consideremos.


Referencias
  • E. García Bernal, A.P. de los Ríos, FJ. Hernández Fernández, A. Larrosa-Guerrero, A. Ginestá, S. Sánchez Segado, LJ. Lozano, C. Godínez. “Aplicaciones de los líquidos iónicos en la industria química”. IV Jornadas de Introducción a la Investigación de la UPCT, p. 66-68
  • A.B. Pereiro, J.M.M. Araujo, J.M.S.S. Esperanca, I.M. Marrucho, L.P.N. Rebelo. Ionic liquids in separations of azeotropic systems – A review”. J. Chem. Thermodynamics 46 (2012) 2–28
  • Yun Ge, Lianzhong Zhang, Xingcai Yuan, Wei Geng, Jianbing Ji. Selection of ionic liquids as entrainers for separation of (water + ethanol)”. J. Chem. Thermodynamics 40 (2008) 1248–1252

Telescopio lunar de espejo líquido (LLMT)


¿Por qué un telescopio en la luna?

 
El estudio de la radiación infrarroja (IR) proveniente del espacio es un campo de gran interés astronómico, por varias razones:

  • ·         Muchas regiones del espacio no se pueden observar en el visible por la presencia del polvo cósmico, que es opaco en estos rangos espectrales; sin embargo, es transparente en el IR.
  • ·         La espectroscopia de emisión o absorción en el infrarrojo es una técnica muy importante de caracterización de la composición de las sustancias que forman el espacio, como el de las atmósferas planetarias y gases interestelares.
  • ·         La mayoría de la energía irradiada por los cuerpos celestes a baja temperatura es infrarroja, como la emitida por las superficies heladas de los planetas y asteroides.
  • ·         La observación del desplazamiento al rojo cósmico que nos permite el estudio de las primeras estrellas y galaxias. La cosmología nos dice que desde el Bing Bang hasta nuestros días el espacio-tiempo ha estado en expansión. Esto implica un desplazamiento al rojo, es decir, a longitudes de onda más largas, de la radiación emitida por los astros, independientemente del desplazamiento al rojo por efectos Doppler y por efectos gravitatorios. La ley de Hubble dice que este este desplazamiento al rojo es proporcional a la distancia al cuerpo emisor. De forma que la radiación que nos llega ahora de los cuerpos más lejanos del espacio fue emitida mucho antes, debido a que la velocidad de la luz es finita y constante, presentando mayor desplazamiento al rojo.
El problema de la astronomía infrarroja desde la Tierra reside en que la atmósfera absorbe en grandes ventanas del infrarrojo (principalmente por el vapor de agua y el CO2). Una posibilidad sería la implantación de un telescopio lunar (LLMT-Lunar Liquid Mirror Telescope), donde la atmósfera es prácticamente insignificante debido a la baja gravedad. Además permitiría un diseño de espejo líquido en rotación (que adopta una curvatura parabólica por la fuerza centrífuga), imposible de realizar en los telescopios espaciales.


¿Por qué de espejo líquido?



La observación de los astros más lejanos necesita de telescopios de mayor sensibilidad y de mayor resolución. La clave reside en que a mayor tamaño de la lente mayor es tanto la sensibilidad como la resolución.

La idea original es la construcción de un LLMT cenital de larga exposición, para la observación del espectro infrarrojo cercano (1-5 micrómetros) y medio (5-30 micrómetros), con un diámetro del espejo de entre 20-100m (el Hubble tiene una apertura de 2,4 m y el futuro James Webb de 6,5 m) que permita observar cuerpos celestes entre 100 y 1000 veces menos luminosos que los detectables por los telescopios espaciales actuales, pudiendo detectar desplazamientos al rojo de z >7, siendo:
 
Otra ventaja es el poco peso de todo el telescopio de espejo líquido, permitiendo disminuir los costes de transporte, que son los dominantes en toda la operación

¿Por qué de líquido iónico?



Por lo tanto, los requisitos para un LLMT son: un líquido con bajo punto de fusión, para mantenerse líquido a la temperatura de la superficie lunar, que oscila entre 70K y 230K en los polos (en promedio 130K); con baja presión de vapor, para evitar la evaporación en condiciones de casi vacío (la presión atmosférica en la luna oscila entre y Pa); y alta reflectividad en el infrarrojo.

La última y reciente idea fue la utilización de líquidos iónicos (IL) como sustrato del espejo líquido, ya que son no volátiles (presión de vapor insignificante), la mayoría tienen baja temperatura de fusión, y presentan una alta viscosidad, que facilita el proceso de recubrimiento. Los primeros ensayos se aplicaron sobre 1-ethyl-3-methylimidazolium ethylsulphate ([emim][EtOSO3]), pues era el que tenían disponible.

Los primeros test fueron prometedores, los resultados indicaban reflectividades sobre el 65%, mucho mejor que los otros casos anteriores en los que no se usaron IL, pero todavía lejos de ser suficientes. Vieron que la principal causa de esta baja reflectividad se debía a la difusión de las partículas de plata durante la deposición en vacío, formándose una capa de recubrimiento ancha y con arrugas. La difusión solo se producía durante la deposición, formándose un coloide superficial estable después de la misma. Según se indica, la solución la encontraron en el empleo de cromo, cuya densidad de nucleación es mayor y, por ello, más fácil de depositar sobre el IL, ya que la velocidad de crecimiento cristalino de la capa superficial es más rápida. Sobre esta capa de cromo se disponía la de plata, llegando en este caso a reflectividades superiores al 85%.

Queda claro que son necesarias más investigaciones en torno al tema para poder llegar a ver la construcción de un Telescopio Lunar de Espejo Líquido con líquidos iónicos en un futuro.

Referencias: 


"Metal Films Deposited on Liquids and Implications for the Lunar Liquid Mirror Telescope", Ermanno F. Borra, Omar Seddiki, Roger Angel, Daniel Eisenstein, Paul Hickson, Kenneth R. Seddon and Simon P. Worden, Nature vol. 447 (2007), pp. 979-981.

"A Lunar Infrared Telescope to Study the Early Universe", Borra, Worden, Roger Angel et al, The Astrophysical Journal vol. 680 (2008), p. 1582.

"The Case for a Liquid Mirror in a Lunar-Based Telescope", Ermanno F. Borra, The Astrophysical Journal vol. 373 (1991), pp. 317–321.

"Liquid Mirror Telescopes: History", Brad K. Gibson, Journal of the Royal Astronomical Society of Canada vol. 85 (1991), no. 4, pp. 158–171.